Misión en Búzios

"Esta es la mía" - dije mientras leía el divertido informe que llegaba a nuestro monitor. Según la agencia, un turista jamaiquino que sólo ha sido reconocido como Jork Sa, entrará dentro de cinco días, a famoso local bailable de la localidad costera de Búzios y realizará una lamentable versión karaoke de un tema de Paula Abdul. El público enojado ante tal agresión sonora, le recriminará fervientemente y le arrojarán cosas al pobre de Jork Sa. Esto no sería grave, de no ser por que el jamaiquino en cuestión, escondía bajo su camisa un arma de fuego y abrirá fuego sobre el publico asesinado a 36 de ellos.  Carola avanzó un paso. "¿Puedo ir con vos, Eva?". "Esta es una misión peligrosa, no se si te la vas a bancar" - le dije como para meterle presión, porque en realidad el que quería que viniera conmigo era Fred. "No, ni en pedo viajo tantas horas en micro. Chivás un montón, tenés mal olor, se me despeina el pelito, y todo eso. Me quedo acá con los chicos." Carolo me miró con su carita tristona que pedía: "por favor...", y terminé aceptando. No es que no la quiera, o que nos llevemos mal. Ella es.... rara. Es idiota y siempre se sale con la suya. En fin, hacia allí fuimos, desempolvé la trikini que no había podido usar en Mar del Plata, el protector que Gastón había comprado en un free shop de las Islas Canarias, la crema de enjuague de Carola y partimos rumbo a la costa brasilera.
            Ya en el lugar, logramos dar fácil con Jork Sa. A Carola le gustó un poquito, se lo vi en esos ojitos chiquitos que ella tiene. Al toque de haberlo visto, me dijo: "¿Te va que lo seduzca para que se venga conmigo a la habitación y no vaya al pub?". "Hacé lo que quieras, yo me voy al casino" - le dije mientras contaba el dinero que tenía en mi monedero de los New Kids on the Block. Enfilé a la sala de juegos, puse todo en la ruleta y gané una fortuna. Estuve ahí unas horas mas y después me dirigi al hotel. Me compré unas botellas de Pronto Shake en el camino y cuando quise entrar a la habitación, vi uno de esos carteles que dicen: Do not disturb. "Mirala vos a la santurrona esta, con esa carita de mosquita muerta..." - pensé para mis adentros y me acosté en uno de los sillones del lobby. Al otro día, vi pasar a Jork Sa y a Carola apurados. Carola llevaba un bolsito y una sombrilla. La detuve y ella nos presentó cordialmente. "¿Querés venir con nosotros a la playa?" - dijo él. "No, me parece que voy a molestar"."Venga, mi negra, si a mi no me cuesta nada" - replicó y logro convencerme.
            La foto que ilustra esta entrada, fue sacada por él ese día.
            Un poquito lindo era, lo admito. Odio a Carola.